EDITORIAL: A VUELTAS CON BOLONIA.
En este último mes, la palabra sin duda más escuchada en la facultad ha sido Bolonia. A pesar de que la polémica no es nueva, parece ser que el crecimiento de las protestas sobre dicho plan, está haciendo que el problema esté en la calle y genere muchísimo debate. Y esto último es lo que debería de haber pasado desde un primer momento y no tener que esperar a que se produjeran protestas como el encierro en nuestra facultad. Ahora, tanto profesores, como directivos de la UCA, así como numerosos alumnos parecen mucho más interesados por un tema que para nada es nuevo.
En general, entre los alumnos, la opinión generalizada es el rechazo al plan, pero lo cierto es que el desconocimiento sobre el Plan Bolonia, en general, también es muy grande. En ese sentido, miembros de esta redacción han asistido a charlas sobre el plan, que se han ido produciendo durante el encierro, reuniones a las que no se llegaban a las 40 personas, así como el debate que, si bien no se avisó con tiempo para ser general de toda la UCA, no hubo toda la gente que podría haber habido. Sin duda, opinar sobre algo puede ser fácil, pero la verdadera opinión se basa en la información sobre el tema y en contrastar distintas versiones. Solo así, podremos tener una visión amplia del problema y formar nuestra propia opinión, no una opinión generalizada. Dicho esto, desde El Letrero consideramos un gran acierto por parte de los convocantes del encierro, el haber promovido las asambleas, charlas y debates sobre el Plan para que los jóvenes nos informemos y conozcamos el problema, y desde el conocimiento formar nuestra opinión y revindicar lo que consideremos justo. También nos ha parecido un acierto que el encierro se halla planteado como una protesta de estudiantes independientes, ya que alguna asociación o grupo político abandere o casi monopolice una protesta sobre algo suele conllevar que haya gente que no se implique en la protesta, al no sentirse identificada con ese grupo. En general, lo que no se puede poner en duda es que el encierro ha promovido el debate, la información y la critica al propio sistema universitario, conceptos que debían de estar siempre presentes en un espacio como la universidad. Simplemente por ello, ya merecen nuestra enhorabuena.
En este último mes, la palabra sin duda más escuchada en la facultad ha sido Bolonia. A pesar de que la polémica no es nueva, parece ser que el crecimiento de las protestas sobre dicho plan, está haciendo que el problema esté en la calle y genere muchísimo debate. Y esto último es lo que debería de haber pasado desde un primer momento y no tener que esperar a que se produjeran protestas como el encierro en nuestra facultad. Ahora, tanto profesores, como directivos de la UCA, así como numerosos alumnos parecen mucho más interesados por un tema que para nada es nuevo.
En general, entre los alumnos, la opinión generalizada es el rechazo al plan, pero lo cierto es que el desconocimiento sobre el Plan Bolonia, en general, también es muy grande. En ese sentido, miembros de esta redacción han asistido a charlas sobre el plan, que se han ido produciendo durante el encierro, reuniones a las que no se llegaban a las 40 personas, así como el debate que, si bien no se avisó con tiempo para ser general de toda la UCA, no hubo toda la gente que podría haber habido. Sin duda, opinar sobre algo puede ser fácil, pero la verdadera opinión se basa en la información sobre el tema y en contrastar distintas versiones. Solo así, podremos tener una visión amplia del problema y formar nuestra propia opinión, no una opinión generalizada. Dicho esto, desde El Letrero consideramos un gran acierto por parte de los convocantes del encierro, el haber promovido las asambleas, charlas y debates sobre el Plan para que los jóvenes nos informemos y conozcamos el problema, y desde el conocimiento formar nuestra opinión y revindicar lo que consideremos justo. También nos ha parecido un acierto que el encierro se halla planteado como una protesta de estudiantes independientes, ya que alguna asociación o grupo político abandere o casi monopolice una protesta sobre algo suele conllevar que haya gente que no se implique en la protesta, al no sentirse identificada con ese grupo. En general, lo que no se puede poner en duda es que el encierro ha promovido el debate, la información y la critica al propio sistema universitario, conceptos que debían de estar siempre presentes en un espacio como la universidad. Simplemente por ello, ya merecen nuestra enhorabuena.
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